Así, comprueban que objetos con volúmenes iguales pueden tener diferente masa y por lo tanto diferente densidad. Además, midiendo masa y volumen de objetos compuestos por el mismo material y calculando su densidad aprenden que esta magnitud es una propiedad específica, un valor único para cada material que permite diferenciar unos de otros.
También, mediante la inmersión de los objetos en agua, les mostramos como el objeto desplaza al agua y como el agua desplazada nos permite averiguar el volumen del cuerpo sumergido.
No es cuestión de que salgamos corriendo desnudos como en la famosa anécdota del matemático griego, pero la graciosa anécdota sí que nos sirve para que los alumnos recuerden el principio y como de fascinante es la Física.