Dos grandes casos se planteaban para nuestros ultracompetentes detectives biólogos (o biólogas): a la vuelta de la esquina les esperaban tanto el experimento de Griffith como el experimento de Hershey y Chase
¿El dilema? Averiguar quién llevaba el transporte de los coidiciados genes. ¿Eran las dominantes proteínas? ¿Era el discreto ADN?
Grandes sabuesos como Hershey y Chase ya se habían puesto sobre la pista y habían tendido trampas radioactivas a nuestros sospechosos para dar con la clave.
¿Averiguaran nuestros detectives biólog@s la verdad revelada con el experimento? Y, lo más importante, daran con el razonamiento con el que nuestros Sherlock y Holmes dieron con la clave.
Sin duda, nuestras detectives biólogas daran con la explicación de todo el descubrimiento...