La reanudación de eventos -no sólo deportivos- desde el final de, o incluso con, los confinamientos domiciliarios y a lo largo del presente curso académico nos permite reflexionar sobre los difíciles equilibrios entre Economía y Salud, salud física y salud mental que todas las administraciones, de distinto signo político, tanto a nivel local como regional o nacional, han debido tomar en los distintos países y regiones del mundo.
Lejos de juzgar cada decisión como correcta o incorrecta -un juicio extremadamente difícil y para el que probablemente haga falta más tiempo, información y perspectiva histórica- lo que se pretende es tener en cuenta, no sólo la dificultad de las decisiones, sino resaltar las diferentes respuestas tomadas y la manera de articular cada decisión tomada.
Desde las elecciones USA hasta los horarios de la hostelería, de las cancelaciones y reanudaciones de competiciones como el futbol, los Juegos Olímpicos o ahora el Open de Tenis de Australia, cada nuevo evento es una oportunidad de prestar atención a los retos que se plantean, la importancia de la planificación organizativa y la disciplina ejecutiva y la capacidad de reacción y de previsión frente a complicaciones inesperadas.
Los aciertos y fallos de cada gobierno -inevitables- son aquí oportunidad para aprender, respetar y empatizar con todos y todas los que estamos metidos en esta pandemia en perspectivas y situaciones, a veces, tremendamente diferentes.