Si hace unas semanas examinábamos las misiones de limpieza espacial de la japonesa JAXA (AstroScale) y de la europea ESA (ClearSpace), este viernes hemos tenido la ocasión de seguir a través de los artículos y de los vídeos de la BBC el seguimiento con Astria Graph de todas las piezas que orbitan alrededor de nuestro planeta.
Ya avisábamos a principio de curso que el problema de la basura espacial era una cuestión recurrente y que va a continuar siéndolo en los próximos años. Igual que el problema de la contaminación visual (no sólo lumínica) de las fascinantes constelaciones de Starlink de Space X, cada vez nos topamos con nuevos retos y problemas en cada nuevo paso de la exploración espacial.
Igual que hablábamos de "las tres R" (reducir, reusar, reciclar) al principio de curso, cada vez más la gestión de nuestra basura espacial plantea nuevos problemas.
Cada vez más, como en el tema de los semiconductores y chips (y si no que se lo digan a TSMC) y de las vacunas, todos los temas científicos y de ingeniería tienen una mayor dimensión política y social... ¿Acaso ha sido de algún otro modo en alguna otra vez?